Es importante permitir, que los niños y niñas de los centros educativos obtengan a partir de sus propias experiencias y conocimientos, soluciones propias ante situaciones con adversarios, con compañeros y otras propias del juego, si se requiere, con una orientación simple e inmediata por parte del docente.
En la práctica del futbol, las tareas planteadas en un mal ambiente, con carácter rígido, provoca desinterés en los niños.
Es fundamental basar el entrenamiento del niño en un ambiente de diversión y de entretenimiento, que permita el desarrollo libre, pero que también adquiera y aplique principios técnicos y tácticos, para jugar mejor.